¿Piel seca? Mejora su estado con cremas hidratantes

La piel seca se da en aquellos casos en los que se registra falta de agua y de lípidos en la epidermis, en la capa más externa de la piel. A este problema se le denomina como “Xerosis”.

Provoca erupciones cutáneas, las cuales se deben a esta falta de agua y de lípidos. Al sufrir este déficit, la epidermis se resiente y se vuelve más débil frente a agentes externos.

Efectivamente, la piel seca y la piel deshidratada no son lo mismo, aunque es cierto que comparten algunas similitudes. La piel deshidratada sufre un déficit de agua, provocando síntomas similares a la piel seca, pero esta se caracteriza por, además de la pérdida de agua, por una pérdida de lípidos.

La principal diferencia que encontrarás entre ambos tipos de pieles es que la piel seca requiere de hidratación y nutrición para su tratamiento, mientras que la piel deshidratada únicamente precisará de hidratación.

Si quieres obtener más información de este tema, te recomendamos que leas el artículo que publicamos sobre las diferencias entre la piel seca y la piel deshidratada.

El descenso en la cantidad de agua en la piel, así como el descenso de lípidos, provoca que la piel se resienta y sufra ciertos problemas:

• Debilitación de la capa protectora de la piel.
• Vulnerable a factores externos.
• Aumento de la irritación de la piel.
• Enrojecimiento.
• Menor elasticidad.
• Sensación de tirantez y de picor.
• Descamación y grietas.

El no tratarlo, o un tratamiento inadecuado, podría derivar en otra serie de complicaciones de la piel, como eczemas o decoloración. Por ello te recomendamos que solicites un consejo dermofarmacéutico en Farmacia del Sagrario.

La piel seca puede producirse por un amplio abanico de circunstancias muy comunes y cotidianos, como por ejemplo:

1. Clima frío y seco. Afecta especialmente a la epidermis, secándola y provocando el enrojecimiento de la misma, debilitándola tras una exposición constante al frío.
2. Deshidratación. Cualquier tipo de deshidratación, provocada por el motivo que sea, afecta a los órganos de nuestro organismo, y, por supuesto, también a la piel.
3. El ambiente seco. La escasez de humedad puede secar de manera muy rápida a la piel.
4. Consumo de medicamentos. Ciertos tipos de medicamentos provocan que la piel se seque en exceso.
5. Jabones y productos de cuidado. Debido a su composición, ciertos jabones y productos para eliminar grasa, pueden atacar a la epidermis secándola.
6. La edad. Según pasan los años experimentamos un aumento significativo en la sequedad de la piel.
7. La exposición prolongada al agua. Aunque suene contradictorio, la exposición prolongada al agua provoca que se eliminen grasas naturales necesarias para cuidar el estado de la piel.

Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad para identificar a la piel seca, de manera que puedas tratarla cuanto antes. Además de los productos que acabamos de mostrarte, queremos facilitarte algunos consejos y recomendaciones para prevenir la aparición de la piel seca:

• Ducha rápida y con agua tibia.
• Limpia la piel en profundidad.
• Utiliza un limpiador suave y con lípidos.
• Hidrata tu piel a diario.
• Aplica cremas hidratantes para tu piel.