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Consejos para prevenir la deshidratación por calor en días de altas temperatura

Hidratación

Con sus días soleados, playas tentadoras y siestas a la sombra, el verano nos brinda una gran dosis de alegría. Pero entre todas esas risas y chapuzones, existe un enemigo acechando en las sombras: la deshidratación por calor.

Pero, ¿qué implica realmente la deshidratación? En pocas palabras, es la carencia de agua y sales minerales en nuestro cuerpo, lo cual interfiere con su correcto funcionamiento.

Durante el verano, este problema se agrava, ya que el organismo tiende a perder líquidos más rápidamente debido al sudor, en un esfuerzo por regular la temperatura interna. Es por ello que, en los días de calor extremo, la deshidratación se convierte en un peligro invisible pero muy real. ¡Veamos cómo combatirla!

El agua es un componente fundamental para nuestro organismo. Constituye alrededor del 60% de nuestro cuerpo y cumple funciones vitales, incluyendo la regulación de la temperatura corporal.

Durante los días calurosos, sudamos más para mantener nuestra temperatura corporal estable, lo que puede llevar a una pérdida rápida de líquidos y sales minerales, un escenario perfecto para la deshidratación. Para prevenir esta situación, es crucial mantener una ingesta constante de agua a lo largo del día.

Lleva una botella de agua contigo en todo momento y toma sorbos frecuentes. No esperes a tener sed para beber, porque eso significa que ya estás deshidratado/a.

2. Cuida lo que comes

Además de beber suficiente agua, también podemos obtener líquidos a través de los alimentos que consumimos. En los días calurosos, es recomendable incluir en nuestra dieta alimentos ricos en agua, como frutas y verduras frescas. Sandías, melones, pepinos y lechugas son solo algunos ejemplos de alimentos con alto contenido de agua. Estos alimentos no solo nos ayudarán a mantenernos hidratados, sino que también nos proporcionarán nutrientes esenciales para nuestro cuerpo.

3. Evita las bebidas azucaradas y alcohólicas

Aunque puede resultar tentador refrescarse con una cerveza fría o un cóctel azucarado, estas bebidas pueden contribuir a la deshidratación en lugar de prevenirla.

El alcohol y el azúcar actúan como diuréticos, lo que significa que aumentan la producción de orina y, por lo tanto, la pérdida de líquidos y electrolitos del cuerpo.

Y no solo eso, sino que incluso las bebidas azucaradas pueden llevar a un incremento en la sensación de sed. Por ello, es más beneficioso optar por alternativas más saludables como el agua, las infusiones sin azúcar, o los zumos naturales sin aditivos.

4. Viste adecuadamente

La elección de la ropa adecuada también puede marcar la diferencia cuando se trata de prevenir la deshidratación por calor. Optar por prendas de vestir ligeras y de colores claros ayuda a mantenernos frescos al reflejar la luz solar y permitir una mejor circulación del aire alrededor de nuestro cuerpo.

Se recomienda utilizar ropa de tejidos transpirables que permitan que el sudor se evapore más fácilmente, ayudando así a regular la temperatura corporal.

5. Buscar lugares frescos y sombreados

Durante los días de altas temperaturas, es importante buscar lugares frescos y sombreados para pasar el tiempo. Permanecer expuestos al sol durante largos períodos de tiempo puede aumentar el riesgo de deshidratación.

Si no tenemos acceso a aire acondicionado en nuestro hogar, podemos buscar refugio en lugares como bibliotecas, centros comerciales o cines, donde podamos disfrutar de un ambiente fresco y agradable.

6. El poder del descanso

Cuando hace calor, nuestro cuerpo trabaja más para mantenernos frescos. Y eso significa que necesitamos descansar y darnos un respiro. Busca lugares frescos y sombreados donde puedas relajarte y evitar el sol directo en las horas más calurosas del día.

Si es posible, siesta a la sombra, ¡es un lujo delicioso! Si estás en casa, aprovecha para poner los pies en alto, escuchar música relajante o leer un buen libro.

Ahora bien, ¿cómo reconocer los síntomas de la deshidratación en adultos?

Los síntomas de la deshidratación en adultos suelen ser sutiles al principio, pero si no se atienden a tiempo pueden agravarse.

Lo primero que aparece es una sensación de sed intensa y boca seca. No obstante, a medida que la deshidratación progresa, pueden aparecer otros signos como mareos, fatiga, orina de color oscuro y disminución en el volumen de orina. En casos más graves, puede presentarse confusión mental, pulso rápido o débil, y pérdida de conciencia.

A la menor que empieces a notar estos síntomas, procura ingerir agua de inmediato y buscar un lugar fresco para descansar. Y, recuerda, en caso de que sean más graves o persistentes, siempre es mejor buscar atención médica.

Y por último, ¿cómo recuperarse de una deshidratación?

Beber agua es el primer paso para reponer los líquidos perdidos. Sin embargo, sólo el agua puede no ser suficiente, especialmente en casos de deshidratación severa, ya que el cuerpo también pierde electrolitos, que son esenciales para funciones corporales clave.

En estas circunstancias, el suero de rehidratación oral es un gran aliado. Este producto, que contiene sales de rehidratación oral, ayuda a reponer los electrolitos perdidos y a equilibrar el nivel de hidratación del cuerpo. Dichas soluciones suelen contener una mezcla de potasio, sodio, cloruro, y azúcar, los cuales se han perdido a través del sudor. En la farmacia puedes adquirirlas y así tenerlas preparadas ante una posible emergencia.

¡Recuerda que la prevención es la clave para disfrutar de un verano sin contratiempos!

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